¿Pérdida de identidad? ( II )

En correlación con el texto anterior, creo que debo ejemplificar de qué forma todo no ha sido perjudicial para los pueblos originarios con la llegada del español y demás colonos, a sus tierras, y porque no a todos (incluso ni si quiera a la mayoría, me atrevo a decir, tomando en cuenta que de cientos de comunidades en “lucha” solo se encuentran dos) les conviene hacer un borrón y cuenta nueva y retomar el estado precolombino (que como ya expliqué, considero una idea errada). Es así que lo podemos ver reflejado en la inmensa masa de mujeres mapuches que emigran a las ciudades, en busca de derechos y más respeto, porque lamentablemente y espero no ofender a nadie (aunque tengo la tranquilidad de estar siendo objetivo en este tema, tan delicado), la cultura mapuche es una cultura extremadamente machista, y es esta característica que las empuja a buscar nuevas oportunidades, amparadas en nuestra criticada legislación “Winka” (esto según datos entregados en el seminario de mediación intercultural y su libro “estudio sobre conflictividad y modelos de intervención”). Bueno, creo que quedó más que claro mi punto, en estas escasas líneas. Gracias

Eduardo Zapata.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Toda cultura tiene derecho a extender los brazos hacia la evolución que de sustento a su existencia, a través de los caminos de la paciencia, y la comprensión, el miedo de exponer un forma en su propiedad, no puede venir sino del temor a presentar debilidades y falencias.

Ejemplos claros hay muchos, ¿Han perdido acaso los Bávaros la costumbre cervecera o la amplitud culinaria por formar parte de "una gran Alemania"?, aún entre la producción de grandes industrias, entremedio de grandes rascacielos, los indivuos caminan esperando aquel octubre de festejos que les conecten con sus antepasados, sencillamente porque son lo que son, creen en ello con una confianza, la misma que ha de faltarle a aquel pueblo que en lugar de defenderse se esconde tras la agresividad, o bien, confunde la pasividad con la flojera.

"...Nadie, absolutamente nadie, puede crecer en plenitud mirando el mundo solo desde el ángulo que ofrece la ventana de su habitación..."

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